Ojos limpios de mi niño
que atraviesan las murallas
queriendo ver lo que aquellas
ocultan a su ojeada.
Ojos que buscan la vida
con ansia, para gozarla,
y beberse hasta la luna
en una taza de plata
Ojos puros, que preguntan
con su mirada asombrada
si la vida se merece
la negrura o la esperanza.
Ojos libres de pasado,
sin gabelas y sin cargas,
con un futuro infinito
abierto a la confianza.
Ojos curiosos al mundo
que solo da pan y agua,
y esperan que tú le ofrezcas
azúcar en tu cuchara.
Ojos que no te examinan,
ni te exigen ni reclaman,
sino que solo te piden
tu sonrisa y tu palabra.
Esos ojos son espejos
que te devuelven el alma
depurada, en sus pupilas,
si las miras a la cara,
y se llevan tus pesares,
y te recogen tus lágrimas,
y te llenan de energía
para reponer la calma.
Ojos claros de mi niño,
son estrellas en su cara
que iluminan el futuro
como un faro en la atalaya.
25-2-2018