SONETO DE AMOR EN DÍA DE DIFUNTOS


Ya no están tus cenizas en el río

adonde las eché; porque se han ido

nadando hacia la mar y hacia el olvido

que ha dejado en el tiempo tu vacío;

sentada entre los chopos del plantío

erguidos hasta el cielo, he recogido

tu hálito, que sigue introducido

en sus ramas cuajadas de rocío.

Y miro la corriente cantarina,

y te siento subiéndome la enagua,

esperando los dos la golosina

de nuestro amor fundiéndose en la fragua

bruñidora de un fuego que fulmina,

junto al recodo que remansa el agua.

1-11-2014