En mi amante se ha convertido el viento
que mueve mi melena mientras llena
mis pulmones henchidos, y serena
me siento poseída por su aliento.
No es posible pasar ningún momento
prescindiendo de él, que me oxigena
el alma con el cuerpo, esta cadena
que conforma mi yo como un tormento.
El aire, que se mueve y me acaricia
y me hace fluir el pensamiento
encontrando en mi entorno la noticia
en las cosas pequeñas, que el talento
las puede transformar en gran delicia
haciendo de la vida encantamiento,.
26-3-2016