MANOS DE MADRE

 

 

Sin verle la cara siquiera

sin conocer al interlocutor

sin importar la fecha

ni el lugar.

Tensas.

Rasgando el silencio

sin apenas mover los dedos.

 

¡Cómo gritan unas manos de madre

pidiendo clemencia

para el hijo condenado!

 

Su impotencia

y su dolor infinitos

se escapan desde las uñas,

que ya no tienen fuerza para arañar

como rayos eléctricos

que atraviesan el éter,

desde su corazón destrozado

al corazón proscrito

que van a destrozar.

 

Manos afligidas

de todas las épocas,

de todas las madres

de todos los hijos

castigados por matar,

por traficar,

por violar,

por robar,

hasta por hablar,

por ser diferentes,

por pensar de otra manera.

 

Manos de madre dolorida.

Manos de madre rota.

Manos de madre.

 

Jueves Santo,29-3- 2018.